Para algo más sirve el GYM
- gerardoruiz73
- 26 ago 2019
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 19 nov 2019

Para mí era una mujer imponente toda ella… tanto física como intelectualmente, alta, madura y con un donaire de esos que solo puede exhibir una mujer que sabe lo que quiere, divorciada y con dos hijos como de mi edad. La conocí en el gym, todos los días me miraba intensamente y yo solo acertaba a bajar la mirada, ella sonreía; siempre fui tímido delante de las mueres y eso ella lo noto desde el principio, a veces le gustaba ponerme en situaciones incomodas, me preguntaba cosas como que me gustaba hacer... o que me hicieran… o me contaba de sus intimidades con hombres y con mujeres y media mis reacciones por dios me excitaba al punto de traer la trusa toda empapada, en cierta ocasión al salir de allí se ofreció llevarme a mi casa en su sexy convertible, un audi tt; al bajar de ese bicho me jalo de mi playera y me planto un beso tan fuerte que me dolieron los labios y prácticamente me voto del auto.
Al siguiente día al verme me dijo “¿no te canses mucho hoy, sale?” Mientras me hundía una de sus uñas sobre uno de mis pezones. No pude concentrarme en nada solo me estire y calenté un poco, me metí a bañar y al salir ya me estaba esperando. Estaba muy nervioso, llegamos a un hotel con servicio al cuarto y toda la cosa. Debí estar bien embobado porque en tono de reproche me dijo: habría esperado ser yo el objeto de toda tu atención. -Camino hacia mí diciendo- y si no fuera por la manera en cómo se dilatan tus pupilas cuando me miras me lo hubiese tomado a pecho. Me acorralo contra la pared y me dijo date la vuelta en tono imperativo que no admitía discusión, creí que se desnudaría pero, no fue así; para mi sorpresa apretó su cuerpo contra el mío, sus brazos me rodearon y sus manos se agazaparon sobre mis pectorales mientras me restregaba su cuerpo suavemente, me recorrió todo el torso hasta que sus manos se saciaron de mis glúteos mientras me separaba las piernas su mano se deslizaba hasta alcanzar la bolsa de mis testículos los sobaba rabiosamente de pronto… Sentí su pulgar tratando de entrar dentro de mí!!!, me estremecí. Me dejo allí un poco anonadado mientras se dirigía a la orilla de la cama y descansaba una de sus largas y torneadas piernas sobre un banquillo; me invito a montarme sobre de ella a la vez halaba del cinturón para restregarle mis genitales elevando su rodilla a veces para hacérmela sentir en la entrepierna; sin duda ella tenía todo el control de la situación, yo solo me dejaba llevar.
Me subió la playera y me la dejo en la cara mientas sus uñas surcaban por mi costado y su boca me mordía y chupaba mis pezones, bajo mis pantalones y con el dedo índice y pulgar empezó a sobar mi glande mientras chupaba y succionaba uno por uno mis testículos; no dure mucho, me arquee hacia atrás y eyacule sobre su mano, quise disculparme pero me mando a callar, restregó mi semen en mi abdomen y mis bolas y el resto lo uso de lubricante para meterme sus dedos por atrás; tuve una erección de inmediato esa señora sabía lo que hacía. Me levanto y se apresuró a desvestirse, al aproximarse hacia mí, por poco estuve tentado a dar un paso hacia a tras pero me canse de huir, me abalancé sobre ella la tome de las nalgas y la levante del suelo, rápidamente se asió de mi cintura con sus piernas y sus brazos sobre mi cuello... estaba dentro de ella. Pareció gustarle demasiado pero, no pude durar mucho tiempo sudaba copiosamente y las piernas me empezaron a temblar, la deposite en la cama mientras le decía que no aguantaba más y secándome la sien con el dorso de su mano me dijo.- Descansa un rato. Por dios quería más!!! Tenía que quitarle esa idea de inmediato. Me senté en flor de loto y ella se sentó sobre de mí, no sé como pero su vagina succiono mi pene; no nos movimos tan solo nos quedamos un rato frente a frente besándonos, de repente su conchita se empezó a contraer, era casi mágico verla a ella, una mujer deseosa, la puedo recordar y escuchar claramente como una fuente de sollozos rítmicos como un eco lejano, si cierro otra vez los ojos, no sé cuántas veces se vino antes de volver a eyacular yo. Solo nos quedamos abrazados por un momento, me dijo que ordenara lo que quisiera; pedí limonada y un sándwich, ella solo se limitó a darle una probada a lo que pedí, ¿debí pedir alcohol? Quizás, pero en ese tiempo era solo un chavito imberbe de apenas dieciocho años; además que detesto el alcohol. Nos metimos a bañar o más bien ella me baño a mí, me tomo del cuello con uno de sus brazos mientras su otra mano me halaba la verga, me ordeño y me dio a probar mi propia leche no quise al principio pero de repente agarro mis bolas y entendí el mensaje; me los trague todos y después me beso con los restos de mi venida en los labios, no me pude resistir y baje hasta su centro divino justo allí bajo su ombliguito a ese bello y plano triangulo invertido que tantas veces miraba con deseo enfundado en esos mallones deportivos muy ajustados que le quedaban tan bien, lamí de arriba abajo su tierna rajita; estaba allí hincado sin poder dejar de verla y admirarla en todo su esplendor, quería grabar en mi mente ese cuadro, aroma textura y sabor; introduje mi lengua hasta llegar hondo muy hondo hasta el límite de sus suspiros, separar sus pétalos y alcanzar el botoncito de su delicada flor dibujando con mi lengua las palabras de todo lo que sentía por ella, plasme todo, tomo mi rostro entre sus manos y me planto un tierno beso en agradecimiento por lo que la había hecho allí abajo.
Con el tiempo todo fue más y más salvaje, a veces me habría de piernas y me daba de palmadas en los testículos hasta hacerme sollozar sobre sus pechos o trataba de introducirme uno de sus dedos por la pequeña abertura de mi glande pero un día cuando creí que ya no podría esperar nada mas de ella me sorprendió con un arnés del que sujetaba un pene de plástico negro enorme y venoso...
Me lo metió
Lo disfrute
No me arrepiento de nada de lo que pasó, fue mía y fui suyo.
Anónimo
Q rica es una mujer q toma el control...