Un pequeño favor

Excelente viernes...

Comienza el relato...

La solicitud de asistir a un curso en la universidad politécnica de Madrid me fue aprobada, todo esto por medio del programa de cursos para desarrollo de marketing de dicha universidad, y un apoyo de la empresa donde trabajaba, yo nunca había ido a Europa, pero me parecía una buena experiencia y además lo hacía por crecimiento profesional, a mis veintisiete años sería mi último viaje se soltero, puesto que mi novia y yo nos casaríamos tres meses después de mi regreso de este curso, la empresa solo me dio un poco de apoyo, y yo cargaría con los gastos que se salieran de ese apoyo, me pareció una buen oportunidad y lo asumí así, en internet busque cuartos en renta por la zona de la universidad para los quince días que estaría ahí, y encontré uno que me convino en precio y tiempo, después busque mis pasajes de avión, aquí fue donde se me complico un poco, la diferencia entre llegar el domingo un día antes de las clases y cuando comenzaría la renta del cuarto que reserve, y llegar el viernes era muy significativa, me podía ahorrar más de trecientos dólares, pero estaba descartada porque no era viable en relación al hospedaje esos dos días complicarían las cosas y entonces los costos serían más de doscientos cincuenta dólares por encima del presupuesto, cuando se lo platique a mi novia hizo una mueca no me dijo nada pero después de un par de horas me comentó que había contactado a un amigo de ella de la universidad que vivía en Madrid para ver si me podía apoyar ese par de días quedándome en su departamento, a lo que le respondió que sí, que no había problema, un sentimiento encontrado me inundo, de ese amigo siempre había tenido mis dudas en relación a su amistad con mi novia, por otro lado me estaría ahorrando lo mencionado, acepte y planee mi viaje así, al llegar a Madrid en el aeropuerto de barajas, me fue muy fácil orientarme, tome el metro que está sencillo con más de diez líneas pero después de conocer el de la ciudad de México donde a veces haya que adivinar cualquiera es fácil, pase por la famosa estación de Atocha hasta Portazgo donde se me había indicado bajar ahí a unas calles vivía el amigo de mi novia, camine y llegue alrededor de las once de la mañana ese viernes, sabía de antemano porque me dijo mi novia que estaría en su departamento hasta las cuatro de la tarde que salía de trabajar, así que me senté en una cafetería a menos de una calle de distancia a esperar y tomarme un par de merecidas cervezas Mahou, durante ese tiempo vi pasar muchas personas caminando pero dentro de todas hubo una muchacha que me llamo la atención, de tez blanca con cabello corto negro, su ropa no era tan entallada como para provocar miradas pero se podía distinguir su figura e inferir su silueta nada revelador, tenía algo que me llamo la atención y la seguí con la mirada hasta ver como entraba en el complejo de departamentos a media calle de donde estaba yo, y que era donde me indicaron que vivía quien sería mi anfitrión por un par de días, dieron las cuatro de la tarde y me dirigí al domicilio, toque y salió un tipo que no le pedía nada a un tal Keanu Reeves, y comencé a entender a mi novia, si fuese mujer también me gustaría tener de amigo o de algo más a este tipo, “Hola soy José Luis, el novio de Verónica” le dije, me sonrió y muy amable me convido a pasar, “siéntete como en tu casa” me dijo y lo que necesites adelante eres bienvenido, platicamos un poco del viaje me preguntó por mi novia y trivialidades, por un momento pensé en preguntarle por la chica que había visto entrar pero siendo él amigo de mi novia me podría ocasionar un problema, así que me contuve pero no pasaron más de diez minutos cuando ella apareció, era la misma chica, saliendo del pasillo entre las recamaras y el baño, “te presento a Daryna mi novia” me dijo, mucho gusto en tenerte aquí contestó con un asentó carraspeado que me pareció como tipo ruso, platicamos un rato los tres y les ayude a preparar la cena, a la mañana siguiente cuando me levante después de haberme despertado durante la madrugada tres veces supongo debido al cambio de horario, ellos ya estaban desayunando y el mío estaba listo y servido también, ellos ya estaban terminando y me dijeron que regresaban en un rato iban al gimnasio, yo les comente que me alistaría e iría a dar una vuelta para conocer el rumbo porque no tenía plan alguno, demore bastante en internet buscando lugares y rutas para recorrer, cuando estaba saliendo de bañarme escuche que alguien entraba, era ella sola, le pregunte por Omar y me dijo que se había quedado a dar una clase extra pero ella tenía un compromiso en un par de horas, una sesión de fotos en su trabajo, comencé a alistarme para salir y apareció ella en la puerta de la habitación y me dijo, oye me puedes hacer un favor, claro dime, ya no me da tiempo de ir al salón y Omar tardara me puedes ayudar rasurarme, las fotos serán en traje de baño, y debo estar bien, por supuesto le conteste, aunque no sabía el alcance que tenía mi respuesta, caminamos a su habitación ella estaba envuelta en una toalla, me dio el rastrillo la crema de afeitar se recostó en la cama y me dijo, la zona que no me alcanzo y me interesa que quede bien es en la entrepierna, abrió un poco las pierna se podía observar una micro tanga que solo cubría lo esencial, me puse nervioso pero pensé debo actuar con la mente abierta, comencé untándole la crema en la parte superior del muslo donde vi vello sin llegar a su entrepierna, ella sintió y me dijo “todo hasta arriba por favor” con mi mano le fui untando la crema hasta el límite de la ingle comencé a rasurar lentamente, me temblaba la mano, pude olerla y mi instinto de hombre me hacía voltear a ver como por encima de su tanga se dibujaba su vagina exquisita, fui subiendo y lo hice muy despacio para evitar accidentes, esta estaba quieta y callada, yo podía escuchar mi propio corazón como latía rápidamente y pensaba ojala ella no se dé cuenta que estoy excitado, continué hasta termina la pierna derecha, “listo terminada la derecha” me cambie de posición y de misma manera continué con la izquierda con la misma precaución que tuve con la otra para no tocar nada a pesar de lo cerca que pasara la mano, en un momento antes de terminar mi mano izquierda toco tu panochita por encima de su tanga sin querer, es no se inmuto, de manera consiente la volví a tocar sin reacción alguna de ella, y fue entonces cuando tome la orilla de la tanga y la levante un poco, le un te crema de afeitar y ella no decía nada, como pude incómodamente le rasure ahí justo a unos centímetro de su clítoris, cuando se levantó ella y me dijo “hazlo todo mejor” se quitó la tanga y se recostó nuevamente, comencé a untarle ya sin temor la crema en toda su panochita, me acerque lo suficiente para rasurar esa parte y no cortarla al hacerlo, una de mis manos se posaban sobre su bajo vientre y la otra rasuraba, me acerque tanto que podía olerla perfectamente, sin dejar de rasurar extendí mi lengua para tocar su clítoris, la escuche suspirar y volví a hacerlo, estaba excitada la pude escuchar, así que comencé a chuparle más profundo, todavía tenía un poco de crema de afeitar de la cual me embarre en la cara, continué y escuchaba sus gemidos de placer seguimos así por varios minutos hasta que se vino, apretó con sus piernas mi cabeza y gritó, se quedó por un momento con los ojos cerrados y se incorporó, la mire y me dijo “no quiero estar en deuda contigo” se acercó, me quitó el cinturón, desabrocho mi pantalón para dar paso a chuparme la verga que ya hacía rato estaba parada a más no poder, sentí sus manos suaves acariciando mis nalgas y testículos y me hizo terminar muy rápido, se tragó todo mi semen, para después incorporarse y decirme “estamos a mano” y gracias por la rasurada.