Por Borracho (Dagr)
- gerardoruiz73
- 3 sept 2019
- 3 Min. de lectura

Mi historia comienza cuando en el trabajo conocí a Hugo era mi compañero y con el paso del tiempo se puede decir que nos hicimos amigos, empezamos a convivir más y en varias ocasiones nos invitó a su casa a varios compañeros a beber, es aquí donde comienza lo interesante de la historia, por ir muy seguido a su casa conocí a su esposa Claudia, una mujer que me parecía muy guapa que siempre andaba maquillada y muy bien vestida, tenía unos enormes pechos, talla 38c aproximadamente calculo, unas piernas hermosas y unas buenas nalgas, nos empezamos a conocer y una vez ella me marco a mi teléfono ya que Hugo no le contestaba y me comentó que había encontrado un papel donde venían teléfonos de sus compañeros y me marco a mí, ahí aproveche para guardar su número, debo de confesar que cada que iba a su casa no podía dejarle de ver esas hermosos senos ya que con cualquier ropa que trajera se le veían deliciosos, a veces escotada otras ajustadas pero siempre antojables, ya que tenía su número un día le saque platica y ella me respondía, empecé a platicar más seguido con ella y fue platicándome cosas que vivía en casa, en un momento a diario platicábamos, me mandaba fotos para que yo opinara como se veía, el clímax del relato sucedió una noche que tuvimos una fiesta en el trabajo, Hugo se puso hasta atrás de borracho y me pidió que si lo llevaba a su casa, a mi celular se me había acabado la batería, así que del celular de Hugo le mande un mensaje a Claudia, que abriera la puerta, ella creyendo que era su esposo salió a abrir la puerta y no pensó que yo iba, salió en Un short muy corto y una blusa de tirantes no entallada y semi transparente, no traía sostén, esas tetas que me volvían loco las estaba mirando como nunca lo había hecho, mi pene reaccionó como mascota cuando le suenan el plato de croquetas, no resistió y se puso súper dura inmediatamente al contemplar esos hermosos y perfectos senos, grandes, me pidió que le ayudara a llevar a su esposo a la cama, creo que ella noto que yo no le dejaba de mirar sobre la blusa y en lo que acomodábamos a Hugo, en varios movimientos literal se le veían completos los senos, al haber acostado a su esposo en la cama salimos del cuarto, me iba a acompañar a la puerta, un silencio iba acompañándonos hasta que se me ocurrió decirle que qué guapa se veía, me preguntó que si le gustaba y le respondí que desde hace mucho, nos pusimos de frente uno del otro sin poder resistirnos nos empezamos a besar en la sala de su casa, empecé por sus labios, baje por su cuello, con mis manos levante la blusa y me puse a besarle sus pechos, grandes, redondos, deliciosos, me pidió que fuéramos al cuarto de su hijo mayor que no estaba ese día, llegando ahí ella ya iba sin blusa y seguí disfrutando de sus pechos, mi miembro ya estaba al mil y pronto sin más ni más la saco de mi pantalón, se agachó a mamarla, empezó por la puntita para ir poco a poco hasta introducirla en toda su boca, unos instantes después, la levante y la puse a modo que me montara de frente a mí, para no perder el detalle de cómo se movían su pechos y disfrutar de eso, cambiamos y la acomode en cuatro, para mientras se la metía también tocarle los senos con mis manos, después me subí yo arriba de ella y la besaba al mismo tiempo que la cogía, ahí en su casa, me pedía que ya la llenará de leche y así fue, me vine dentro de ella, al terminar acostados ahí nos confesamos las ganas que nos teníamos ambos, nos vestimos y ella me acompaño a la puerta, me despidió con un rico beso en la boca, a partir de ahí somos amantes y tengo que escuchar a mi amigo quejarse por que si esposa se volvió fría y ya no quiere coger con él, no sabiendo que conmigo es la mujer más caliente que he conocido.
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