Para Evitar el tráfico

Sucedió con una amiga de mi esposa, empecé  a tener contacto con ella ya que nos ayudó con las escrituras de nuestra casa, por tal motivo tuve que ir varias veces a su trabajo y de allí comenzamos a llamarnos y a enviarnos mensajes, en una ocasión su esposo y ella nos visitaron a la casa y fue allí donde me di cuenta que cuando yo platicaba me ponía mucha atención y me miraba de una forma inusual. 

Posteriormente al teléfono tuvimos una plática algo HOT, me atreví a subir un poco el nivel pero en ese momento me pidió que me calmara.

Por que?  Le pregunte,  te pone Hot o me estoy pasando?

Por ambas cosas me dijo.

Así siguió la relación y un día que yo andaba cerca de su trabajo, le mande un mensaje para saludarla y preguntarle cómo estaba y ella me contestó me dijo que muy bien, ya de salida del trabajo por lo que le invite tomarnos un café para platicar y esperar a que bajará el tráfico y llegar a nuestras casas más tranquilos ( buen pretexto no?). 

Nos quedamos de ver en algún lugar,  llegue y  ya estaba allí,  dejó su carro y se  subió al mío,  nos saludamos y sin mucha intensión nos dimos un beso, el cual correspondió a medias y se separó de inmediato y se quedó mirándome en silencio, yo toque sus piernas y al sentir mi mano sobe su piel exclamo un leve gemido, la jale hacia mí y nos comenzamos a besar totalmente abandonados, recorrí con mis manos sus piernas y sobre la ropa pude acariciar sus senos, besaba y pasaba mi lengua por su cuello, todavía tengo esa sensación en mis labios.

Encendí el carro y sin decirte nada me puse en camino, se recargo en el asiento e iba muy callada solo con las manos juntas con los dedos entre cruzados, con el silencio cómplice de ambos encontramos un motel y me  metí,  en la entrada de la  habitación en el último escalón la abrace y nos besamos como desesperados,  la acariciaba con fuerza abrí su blusa y pude liberar sus blancos senos los cuales me comí literalmente,  todavía siento sus gemidos y respiración agitada y su voz pronunciando mi nombre repetidamente diciendo que no, que me detuviera, algo absurdo puesto  que ella correspondía a todas mis caricias, la  tenía abrazada por la espada y subí tu falda y tocaba sus piernas, en verdad que piel más suave y deliciosa tiene, metí mi mano entre su ropa interior,  me abrió sus piernas dejándome tocar su sexo, el cual sentí totalmente depilado, pude introducir dos dedos y en ese momento sin más y sin control exploto en un largo orgasmo sentí mi mano tibia y húmeda, sentí como entre cruzabas las piernas y se apretaba los senos y echaba su cabeza hacia atrás mientras yo la tenía abrazada por la cintura y manteniendo mi otra mano en su rico y delicioso sexo, saque mi mano al momento que la volteaba y metía mis dedos húmedos en su boca, la besaba con mucha pasión al momento que volvía a meter mis dedos en su sexo para luego ambos probar sus fluidos.

Caminamos y me aventó a la cama desabrocho mi pantalón y sacó mi pene que estaba que reventaba, cuando lo vio y lo tuvo en sus manos exclamó  un oooohhh que rico y me comenzó a comer de una manera maravillosa, lo chupaba, lo lamía lo restregaba en su cara, luego me enderece de la cama y la recosté, terminé de quitarle la ropa y contemplaba lo blanco de su piel, lo maravilloso de su completa desnudez, besé su cara, su boca, su cuello, sus hombros, sus senos,  tan deliciosamente suaves y  tome entre mis dientes tus pezones mientras les pasaba  mi lengua alrededor y gemía súper excitada,  besé y lamí su vientre, su  ombligo, sus caderas una y muchas veces, me acerqué a su sexo en donde puse mi boca lo más abierta que pude y le exhalé mi aliento, arqueo su cintura como pidiéndome que hiciera más pero yo seguí bajando por sus piernas hasta chupar los dedos de sus pies, sentí que hizo un gran esfuerzo por soportar la fuerte sensación, luego comencé mi camino ascendente hasta llegar de nuevo a su sexo, me puse entre sus piernas y tome entre mis labios un diminuto botón rosa que se asomaba entre sus labios, lo bese, lo lamí mientras gritaba de placer y me jalaba deliciosamente, ven, ven ya te necesito, te quiero dentro, me puse un preservativo a toda prisa y con torpeza por toda calentura que tenia,  parado a la orilla de la cama y entre tus piernas veía todo el placer acumulado en su cara, y en su boca.

Recuerdo la expresión de su  cara y sus ojos cuando puse mi pene a la entrada de su vagina y lentamente pero firme fui penetrándola, ese largo gemido y exclamación de placer, esa rigidez de su cuerpo y ese abandono de sus sentidos al sentirme dentro y yo al mil, sintiendo, tocando  y disfrutando al cien de todo, mis manos que parecía que tenían imán con su piel, recuerdo que comencé a moverme, primero lento  y cada vez más rápido hasta que de pronto se convulsiono y arqueado su cuerpo  termino en un glorioso orgasmo, que quedé, quieto, dándole tiempo a que se repusiera un poco pero sin salirme, la besaba mordiendo sus labios y jalándolos con mis dientes y poco a poco fui iniciando nuevamente mis movimientos, cambiando de posición la cargué y así estuvimos, para entonces nuestros movimientos ya eran salvajes,  me recosté en la cama y me cabalgo de una manera desenfrenada, sentí que se le venía otro orgasmo por lo que también comencé a corresponder a sus embates y en un instante más estábamos gritando con la llegada de un orgasmo simultáneo, sentí como se convulsionaba, como se pegaba más a mi cuerpo, sentí sus contracciones, le apreté sus ricos y deliciosos senos, sentí como se puso chinita de la piel, y yo exploté y sentía que no acababa, mi pene se movía mil veces expulsando chorro tras chorro.

Ella se dejó caer sobre mí y así estuvimos hasta que se rompió el encanto y nos tuvimos que apurar para irnos y llegar a nuestras respectivas casas.

¡Espero que les pueda contar el próximo encuentro! Esperando también que este relato lo hayan disfrutado tanto como yo.

   HRYM