Nuestro Primer Trio (relato corto)

Hola, somos del estado de puebla, y buscamos corneador, nuestra primera vez en realizar un trio fue un día que después de tanto tiempo de insistirle a mi mujer accedió y bueno nos pusimos de acuerdo y pusimos algunas reglas para no tener problemas, contactamos a un vato de un lugar cercano, le propusimos realizar el trio y él acepto, acordamos los términos y todo se iba a llevar acabo en un motel, se le mando la ubicación y él iba a llegar cuando yo le mandara mensaje ya que mi mujer estuviera un poco ebria por los nervios y bueno la hora llegó, ya estaba ebria ella y que le mando mensaje al compa para que llegara, ya tiene la ubicación y la habitación, mi esposa propuso tener los ojos vendados para no ponerse muy nerviosa y no se arrepintiera, ella tenía un pantalón de cuero con una diminuta tanga negra, blusa blanca sin sostén y sus botas, llegó el vato y mi mujer se encontraba sentada en la cama con los ojos vendados y con su cerveza en la mano, el vato me saludo de mano se acercó a mi esposa la saludo de beso en la mejilla, le di una cerveza levante a mi mujer y la puse de frente a mí y de espaldas al compa, el vato no perdió tiempo, empezó a tocar sus nalgas, mi mujer un poco nerviosa me besó le dijo al oído que estaba loco y me volvió a besar, le hice señas al vato que se desvistiera, baje su mano de mi mujer a mi cierre, ella entendió y sacó mi verga del bóxer, la hice que se agachara para mamarme la verga, se acercó el compa y también le dio su verga a mamar, mientras brindábamos el compa y yo mi mujer chupaba ambas vergas, ya apunto de venirme por la excitación, decidí que era hora de penetrarla, entonces le di un condón al compa, se lo puso, empino a mi esposa y la comenzó a penetrar, mientras ella me la chupaba, me excito ver su cara de puta de mi mujer con otra verga dentro de ella, como se movía la zorra y como me la chupaba, el vato no aguanto mucho y termino en el condón, le hice señas que me dejara con mi esposa, le dije al vato que le quitara la venda a mi putita y le pase otra cerveza, con tanta excitación y con cara de lujuria, ya era hora de que yo la cogiera, la empine en la orilla de la cama se la metí de un golpe, ella comenzó a gemir y termine dentro de ella como nunca antes, desde entonces es mi puta cada que yo la quiero compartir.

CRIGUZ