MI AMIGO Y MI ESPOSA (2) (desenlace)
- gerardoruiz73
- 11 sept 2019
- 4 Min. de lectura

Mientras tanto mi esposa no ponía resistencia alguna, mi amigo estaba encantado con esas lindas curvas chupaba sus tetas como bebe acabándose de criar, y con sus manos parecía pulpo recorriendo su cintura jalando sus piernas hacia él y sobre todo estrujando ese par de nalgas grandes y firmes las cuales ni de chiste eran tapadas por esa diminuta tanga que desaparecía en medio de esos lindos cachetones, yo no perdía detalle, ella muy putita seguía masturbando esa verga ya muy mojada por la excitación y sin decir más mi mujer lo tomo del cabello y bajo su cabeza de mi amigo hasta hundirla entre sus piernas, el chupaba, mordía, lamia esa depilada vagina y mi mujer solo se retorcía de placer, no duro mucho mi amigo probando ese dulce cuando jalo hacia arriba a mi mujer volteándola por completo y la puso a mamar esa verga que estaba hinchada de ganas de sexo; mi esposa regresaba el favor movía su cabeza de arriba abajo y apretaba con sus labios ese enorme pedazo de carne succionando lo lubricado y la saliva que quedaba al mismo tiempo, era un concierto de gemidos de ambas partes, yo mientras tanto me pelaba la verga como mono sentado en un rincón con una cerveza en mano como todo un sumiso cornudo viendo como disfrutaban de su mujer. En eso estaba viendo cuando se levanta mi amigo se dirigió al buro de la habitación y vi como abrió la caja de los condones sacando uno abriéndolo y viendo como lo colocaba en esa enorme verga, confieso que hasta ajustado le quedaba el pequeño condón que no pudo cubrir más que un poco arriba de la mitad de ese brilloso palo, ese macho aunque tenía un poco de barriga era imponente un metro con ochenta centímetros de altura moreno y correoso estaba listo para darle la cogida de su vida a mi esposa o mejor dicho quien en ese momento parecía su propia mujer, era hermoso como se entendían y se acoplaban, se acercó se subió en mi esposa la volvió a besar y tomando ambas piernas se las fue abriendo al mismo tiempo que las levanto y las coloco en sus hombros primero metiendo esa cabezota de su verga en los pliegues vaginales de mi mujer para de repente y de un solo movimiento le sumió todo ese pitote, que le saco un gemido tan fuerte y profundo que yo creo no solo se escuchó en todo el motel sino hasta las casas cercanas a ese lugar, mi amigo estaba fuera de sí, enloquecido con la belleza y los sexy de aquella puta hermosa en aquella cama y que era mi espocita, y le daba tan duro que parecía que estaban aplaudiendo en esa habitación ese sonido que solo se produce con el chocar de dos sexos en una copulación tan intensa que parecía que era la última vez que cogerían, ese hombre me producía celos porque ni yo había cogido tan rico a mi mujer en cinco años de matrimonio, acto seguido la acomodo de cucharita la cogió por diez minutos aproximadamente, luego levanto su pierna y la cogió por otros quince minutos, y fue cuando ella le dijo cógeme en cuatro quiero que me metas toda esa verga quiero sentirla toda dentro así, la cogió por casi veinte minutos y más me sorprendió cuando le dijo quítate el condón quiero sentirte al natural quiero que me bañes toda mi panocha de leche quiero que me preñes y me hagas el hijo que nunca me ha podido hacer mi esposo, yo asombrado me la empecé a jalar con más intensidad al mismo tiempo que mi amigo Luis embestía con más frenesí y llego un momento que todos llegamos juntos al clímax terminando...yo avente toda mi leche en la alfombra de la habitación, nunca había llegado a tal excitación que avente tanto semen como nunca antes lo había hecho, mientras tanto mi amigo tan obediente como pudo, le llenaba en ese instante y ya sin condón como lo pidió mi mujer, toda su cuquita la cual no pudo contener tantos mecos dentro de ella que comenzaron a desbordarse por sus muslos, todavía aquel macho saco su verga aventando más leche, llenándole sus nalgas a mi mujer y su orificio anal, salpico su espalda y cabello, mi esposa gustosa y contrayéndose terminaba tan rico mezclando sus jugos con aquel atole blanco que aquel semental que había hecho su labor para embarazar a esa hembra en celo, todos no miramos y solo sonreímos...eso solo fue el inicio de esa noche de depravades y lujuria donde iniciábamos en el ambiente de los tríos y que tanto nos ha llegado a gustar, posteriormente se metieron a bañar juntos donde siguieron entregándose a la pasión y más noche yo me hice el dormido y ellos seguían disfrutándose al máximo placer posible, pero esa es otra historia...espero les haya gustado mi experiencia y a los mejores comentarios les agradeceré por inbox...saludos
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